miércoles, 15 de junio de 2011


DEFINICIÓN DE “SUELO”

El término suelo se deriva del latín solum que significa piso o terreno.

En general el suelo se refiere a la superficie suelta de la tierra para distinguirlo de la roca sólida.
En su significado tradicional, se considera como el medio natural para el desarrollo de las plantas y está limitado en profundidad hasta donde penetran las raíces.
                 
                Desde el punto de vista técnico, suelo puede definirse como un cuerpo natural que se encuentra sobre la superficie de la corteza terrestre, conteniendo materia viva y soportando o siendo capaz de soportar plantas.

                Desde el punto de vista edáfico: Es un medio poroso, biológicamente activo y estructurado, desarrollado en la superficie emergida de la Tierra.

 
COMPONENTES DEL SUELO
Como medio para crecimiento de las plantas, el suelo puede describirse como un material natural complejo proveniente de rocas y materiales orgánicos descompuestos y desintegrados, que proporciona nutrimentos, humedad y soporte para las plantas terrestres.
                Los cuatro componentes principales del suelo son: minerales, materia orgánica, agua y aire.

ETAPAS DE FORMACION DEL SUELO

El suelo se forma a partir de las rocas y con la participación de factores como el clima, relieve, tiempo, vegetación y organismos en general, se pueden considerar las siguientes etapas en su formación:

                a) Debido a las acciones físicas o mecánicas, la intemperización de las rocas produce un desmenuzamiento o dispersión del material original.
                 
                b) Como consecuencia de esta subdivisión del material de donde proceden los suelos, se favorecen fuertes transformaciones químicas. Contribuyen los organismos del suelo mediante los productos que elaboran, se originan descomposiciones, pérdidas de sustancias y formación de compuestos.

c) Los productos así formados pueden reaccionar entre sí y formar nuevos minerales; pueden también producirse nuevas formas de materia orgánica (M.O.) con mayor poder de absorción y capacidad amortiguadora. Esta es la etapa más importante en el desarrollo del suelo.
               
                d) Posteriormente estos productos pueden a su vez alterarse ya que el suelo se destruye y pasa a formar otro tipo diferente con capacidad de regeneración si las condiciones vuelven a ser las iníciales.


 
PERFIL DEL SUELO

                La unidad de estudio en los suelos es el perfil o sucesión de capas llamadas horizontes, más o menos desarrolladas y con características propias y definidas.

HORIZONTES DEL SUELO
                Los horizontes principales de los suelos se designan con las letras mayúsculas O, A, B, C y R.
               
                Horizontes O: Horizontes “orgánicos” cuya característica principal es su alto contenido de materia orgánica (más del 30%).

                A los horizontes A, B, C y R se les denomina “horizontes minerales” y tienen menos del 30% de materia orgánica.

                Horizonte A: Se caracteriza por una alta actividad biótica y la acumulación de materia orgánica (pero esta acumulación es menor a la de los horizontes orgánicos).

                Horizontes B: Son comúnmente zonas de acumulación de materiales coloidales. Los horizontes A y B colectivamente constituyen el “Solum” o suelo verdadero.

                Horizonte C: Es un horizonte mineral originado por la alteración física del lecho rocoso, es común designar como C a las capas endurecidas cercanas a la superficie del suelo (tepetate, caliche, etc.).

                Horizonte R: Sirve para denominar al lecho rocoso.


 
PROPIEDADES FISICAS DEL SUELO

                Color:
Esta propiedad permite deducir rasgos importantes en el suelo: un color oscuro o negro indica contenido alto en materia orgánica, color blancuzco presencia de carbonatos y/o yesos, colores grises/verdes/azulados hidrometría permanente.
                TEXTURA DEL SUELO
Los suelos están compuestos de partículas que poseen una variedad infinita de tamaños y formas. Con base en su tamaño, las partículas minerales individuales se dividen en tres categorías: arena, limo y arcilla.

TEXTURA

                Esta división es muy importante, no sólo en términos de un sistema de clasificación, sino también en relación al crecimiento de las plantas y a los procesos de contaminación.
                Muchas de las reacciones físicas y químicas importantes están asociadas con la superficie de las partículas. El área superficial aumenta en gran medida conforme disminuye el tamaño de las partículas más pequeñas (arcillas) son las más importantes en lo que se refiere a estas reacciones.
                La textura del suelo está determinada por las proporciones relativas de arena, limo y arcilla que existen en los suelos. Se reconocen doce clases texturales del suelo.
                La descripción de las clases de textura dice mucho acerca de las interacciones entre el suelo y las plantas, dado que las propiedades físicas de los suelos son determinadas en gran parte por su textura. En los suelos minerales la capacidad de intercambio (capacidad para retener los elementos nutritivos de las plantas) está estrechamente relacionada con la cantidad y tipo de arcilla que existe en el suelo. La capacidad de retención de agua está determinada en gran medida por la distribución del tamaño de las partículas.
                Los suelos de textura fina (mayor porcentaje de limo y arcilla) retienen más agua que los suelos de textura gruesa (suelos arenosos). Con frecuencia, los suelos de textura más fina son más compactos, muestran un menor movimiento del agua y aire y pueden ser más difíciles de trabajar.

Triangulo de textura 



                En el triángulo de texturas se muestran los porcentajes de arcilla (partículas menores de 0.002mm), limo (de 0.002 a 0.05mm) y arena (0.05 a 2.0mm) para los principales tipos de textura.

ESTRUCTURA
                Con excepción de la arena, las partículas del suelo normalmente no existen en forma individual, sino más bien están dispuestas en agregados o grupos de partículas. La forma en que las partículas se agrupan, se denomina estructura del suelo.
                Existen cuatro tipos primarios de estructura basados en la forma y disposición de los agregados.
                Laminado o en placas: Cuando las partículas están dispuestas en torno a un plano horizontal. Este tipo de estructura puede existir en cualquier parte del perfil. Con frecuencia, la inundación de los suelos da este tipo de estructura en la superficie de los suelos. Se encuentra en los horizontes A en suelos de bosques y estratos arcillosos.
                Prismática: Las partículas están dispuestas en torno a una línea vertical, limitadas por superficies verticales relativamente planas. Esta estructura existe con frecuencia en los subsuelos y es común en zonas áridas y semiáridas. Se le encuentra en horizontes B.
                Bloques (angulares o subangulares): Se caracteriza por mostrar longitudes casi iguales en las tres dimensiones. Esta disposición es común en los subsuelos, sobre todo en las regiones húmedas. Se le encuentra en horizontes B.
                Los agregados del suelo se forman tanto por fuerzas físicas como por agentes aglutinantes; principalmente productos de descomposición de materia orgánica. Las estructuras en bloques y granulares son más estables y resisten en mayor grado las fuerzas destructoras del agua y el cultivo. Los agregados que se forman por acción de fuerzas físicas como desecación, congelación y deshielo, así como las operaciones de cultivo, son relativamente inestables y están sujetos a una descomposición más rápida.
                La estructura del suelo tiene una importante influencia sobre el crecimiento de las plantas, sobre todo porque afecta las relaciones de humedad, aereación, transferencia de calor e impedancia mecánica al crecimiento de la raíz.
                El movimiento de la humedad y el aire a través del suelo dependen de la porosidad, la cual está determinada en gran medida por la estructura del suelo. La estructura granular posee una porosidad adecuada para la infiltración del agua y el intercambio de aire adecuados entre el suelo y la atmósfera. Esto crea un medio físico ideal para el crecimiento de las plantas.



PROPIEDADES QUIMICAS DEL SUELOREACCIÓN DEL SUELO (pH)
                Lo términos ácido, neutro y alcalino se refieren a las concentraciones relativas de los iones hidrógeno (H+) e hidroxilo (OH-) en la solución del suelo. Estas concentraciones se miden en términos de un valor de pH, que da una medida de la acidez activa en la solución del suelo, en vez de la acidez total o potencial de este último.

REACCION DEL SUELO (pH)
                Un suelo ácido tiene una mayor concentración de iones hidrógeno que de iones hidroxilo, en tanto que un suelo alcalino exhibe la situación opuesta. Un pH neutro significa que los dos tipos de iones existen en cantidades iguales y se contrarrestan entre sí.
                Para distinguir entre los grados relativos de acidez o alcalinidad de un suelo, se usa una escala de pH de 0 a 14. A la mitad de esta escala (pH 7.0), la reacción del suelo es neutra, en tanto que por debajo de este valor la reacción es ácida y por arriba, alcalina (básica).
                A menor valor de pH, más ácido es el suelo, y por el contrario, a mayor nivel de pH, el suelo es más alcalino. Dado que el pH es una función logarítmica, cada unidad del mismo representa un incremento o decremento de diez veces la acidez o alcalinidad relativas. Por ejemplo, un pH del suelo de 6.0 es diez veces más ácido que uno con pH de 7.0. del mismo modo, un suelo con un pH de 8.0 es 10 veces más alcalino que uno con pH de 7.0 y 100 veces más alcalino que otro que posea un pH de 6.0.
Lareaccióndelsueloesimportanteparaelcrecimientodelasplantasporvariasrazones:
                Su efecto sobre la disponibilidad de los nutrientes.
                Sobre la solubilidad de las sustancias tóxicas (por ejemplo el aluminio)
                Sobre los microorganismos del suelo
                El efecto directo del pH sobre las células de la raíz (que afecta la absorción del agua y de los nutrientes).
                La disponibilidad de cada nutriente de las plantas varía a diferentes valores de pH. Un pH entre 6.5 y 7.5 da una disponibilidad máxima de los nutrientes primarios (N-P-K) y una disponibilidad relativamente alta de los otros nutrientes. Para casi todas las plantas, un pH del suelo entre 6.0 y 7.0 es la escala más satisfactoria.
                Los suelos se hacen más ácidos debido a la lixiviación de los cationes calcio, magnesio y potasio desde el suelo superficial al subsuelo así como por la remoción de los cationes que consumen los cultivos. Conforme los cationes son removidos de las partículas del suelo, son sustituidos por iones hidrógeno y aluminio que forman ácidos.
                El carbonato de calcio que existe en el suelo funciona como amortiguador ante la formación de ácidos, lo cual significa que tiende a restringir la formación de suelos ácidos. Esto se debe a la mayor solubilidad del carbonato de calcio a medida que aumenta la acidez, lo que aumenta la cantidad de calcio intercambiable del suelo y remueve los iones hidrógeno, que a su vez, se combinan con el oxígeno del carbonato para formar agua. Durante el proceso se libera dióxido de carbono. Esta es la razón por la que se utiliza carbonato de calcio y piedra caliza agrícola como enmienda en suelos ácidos.

CAPACIDAD DE INTERCAMBIO CATIÓNICO (CIC)
                Debido a su estructura química, las partículas de arcilla y la materia orgánica descompuesta del suelo (humus) son eléctricamente activos y poseen carga negativa. Esto significa que los iones con carga eléctrica positiva (cationes) son atraídos y retenidos por estos materiales del suelo. Los cationes en la solución del suelo o los adsorbidos en la superficie de la raíz de las plantas pueden intercambiar posiciones con los adsorbidos en la superficie del humus o las arcillas.
                La capacidad de intercambio catiónico del suelo es una medida de la cantidad de estos cationes que pueden ser adsorbidos o retenidos por el mismo.
                Puesto que los suelos contienen cantidades variables y diferentes clases de humus y arcilla, la CIC total varía ampliamente entre los diferentes tipos de suelo. Debido a la gran cantidad de intercambio catiónico que exhibe el humus del suelo, los suelos con un alto porcentaje de materia orgánica tienen típicamente mayores capacidades de intercambio que los que poseen un bajo contenido de materia orgánica con cantidades y tipos similares de arcilla.
                Los cationes de mayor importancia para el crecimiento de las plantas son el calcio (Ca++), magnesio (Mg++), potasio (K++), amonio (NH4+), sodio (Na+) e hidrógeno (H+). Los cuatro primeros son nutrientes para las plantas y, por tanto, intervienen directamente en su crecimiento. Los dos últimos tienen un efecto importante sobre la disponibilidad de humedad y nutrientes.